RepResentaciones y pRácticas sociales isbn: 978-607-9294-01-4 del cuadro una madre y una hija de clase alta (como indican sus mantillas, guantes blancos y sombrilla) observan al perro tumbado cerca del puesto que mira en su dirección. De nuevo, el juego entre el color sepia de la piel de las “damas” y el color bronce de la mujer que atiende el puesto destaca en la acuarela, insistiendo en la diferencia de color y estatus entre las mujeres de los puestos y las de la clase alta que pasan por allí. En una “reunión femenina en la azotea de una casa” (figura 16) Hegi retrata a un grupo de “damas jóvenes” mientras escuchan cómo una de ellas “toca una vihuela”. En la parte derecha del cuadro otra figura escucha, pero no forma parte del grupo. Como lo describió el artista, “una sirvienta, igual- mente joven, toma discretamente su distancia de las señoritas, sus patronas, pero también puede disfrutar de la música”. Así, encontramos de nuevo la combinación de distancia, vestimenta y tono de piel para conjugar las rela- 36 ciones entre las clases altas y las bajas. En otra acuarela sin título (figura 17) Hegi comentó: “la sirvienta peina con manos ágiles la larga cabellera de su patrona”. Además del fantástico juego de luces que crea el artista con la ilu- minación de la puerta y la oscuridad del cuarto, la cabeza erguida y la mirada perdida de la “patrona” contrasta con la cabeza inclinada y la vista gacha de la “sirvienta”, que se concentra en su labor. El pelo castaño claro y la piel blanca de la primera se diferencian del pelo negro y la piel cobriza de la segunda. Aunque aquí la distancia entre una y otra desaparece, el contraste entre las dos figuras queda definido por sus poses y por la aclaración del ar- tista en la posición que cada una ocupa.30 En conclusión, lo que se pretende destacar con estos ejemplos es la claridad con la que Hegi percibió y representó las diferencias sociales y raciales en la sociedad capitalina. Tanto la clase alta como la baja eran identificables por su vestimenta, color y ocupación. En cuanto al interés de este trabajo, la representación de los afromexicanos, las obras de Hegi en la capital no muestran a este grupo en particular, pero sí las diferencias raciales en la población de la ciudad de México y la división de la sociedad capitalina entre los blancos y los “otros”, a veces “mestizos” o “indios”. No obstante, esta división vuelve a incluir a los afromexicanos cuando Hegi deja la capital y representa a los habitantes de Veracruz. En su acuarela titulada Una tortillería (figura 18) el autor describió la escena como sigue: “dos niñas de camino a la escuela. Criolla y mestiza, las dos bien vestidas, Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Maestría
Representaciones y practicas sociales
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