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Temas de Cooperación Internacional para el Desarrollo

La institucionalización de la perspectiva de género C. Sauteron 15 Kabeer citada en Pérez de Armiño, Diccionario, 2000, p. 283. 16 Lagarde, Género, 1996, pp. 9, 13. 17 Ibid., p. 13. Marcela Lagarde explica que “los principios de la democracia gené- rica recorren caminos para conformar la igualdad entre mujeres y hombres a par- tir del reconocimiento no inferiorizante de sus especificidades tanto como de sus diferencias y sus semejanzas”. La democracia genérica entiende a la democracia en un sentido amplio, “al centrarse en la democracia entre los géneros e incluir en la cultura la necesidad inaplazable de construirla, ampliarla y consolidarla”. Ibid., p. 190. (Las cursivas son del original.) 18 Ibid., p. 31. 19 Ibid., p. 15. 20 Ibid., p. 20. Para Marcela Lagarde, el patriarcado “es un orden social genérico de poder, basado en un modo de dominación cuyo paradigma es el hombre. Este orden asegura la supremacía de los hombres y de lo masculino sobre la inferiori- 57 zación previa de las mujeres y de lo femenino. Es asimismo un orden de dominio de unos hombres sobre otros y de enajenación entre las mujeres”. Ibid., p. 52. 21 Ecosoc citado en Rodríguez, “Término”, 2006, p. 40. 22 Ibid., pp. 40-41. 23 López y Sierra, Integrando, 2000, pp. 21-22. 24 Maxine Molyneux desarrolló la conceptualización intereses prácticos y estra- tégicos de género que Caroline Moser adaptó a la planificación del desarrollo, llamándola necesidades prácticas y estratégicas de género. Véase Moser citada en López y Sierra, Integrando, 2000, pp. 22, 75. Acorde a la tendencia actual, utilizo la denominación necesidades prác- ticas de género e intereses estratégicos de género. Las necesidades prácticas de género se derivan de la necesidad de las mujeres y de los hombres de cumplir con los papeles que les han sido y les son asignados en función de la división sexo-genérica del trabajo (reproductivo y comunitario para las mujeres, y pro- ductivo y comunitario para los hombres) sin que haya un cuestionamiento de las estructuras asimétricas de poder existentes entre los sexos. Véase Young, “Re- flexiones”, 1991, pp. 21, 26, y Moser, “Planificación”, 1991, p. 71. En cambio, los intereses estratégicos son producto no de los esfuerzos de las mujeres y los hombres por cumplir con sus obligaciones tradicionales, sino de la creciente toma de conciencia, en especial de las mujeres, de que las es- tructuras de dominio y privilegio masculino son construcciones e imposiciones D. R. © 2010, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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