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Tres miradas a la historia contemporánea (electronico)

Tres miradas a la hisToria conTemporánea isbn: 978-607-9294-05-2 la revuelta se alejaran de ella, como cuando los hacendados se resistieron a proporcionar diversos productos a los rebeldes y pagar nuevos impuestos para mantener las tropas.92 Por otra parte, el abastecimiento de armas también se complicó cuan- do el gobierno de Estados Unidos se declaró en contra de la venta de armas a los disidentes, por lo que sólo pudieron abastecerse de pertrechos a través de Belice, con Rafael Zubarán Capmany, quien tenía las concesiones para la explotación del chicle y maderas preciosas en Quintana Roo y mante- nía contactos con sus habitantes que contrabandeaban con armas. Esto no suena tan descabellado si se considera que la corona británica se había opuesto a la política seguida por Washington con respecto a México, ade- más de que no reconocía a la administración de Obregón.93 Esta situación se agravó con los continuos enfrentamientos militares en 76 las principales ciudades como Campeche, Champotón y el Carmen. En resu- midas cuentas, el gobierno rebelde no lograba tener bajo su control ni tran- quilo al territorio estatal. En la isla del Carmen la adquisición de comestibles se hacía más difícil y la población padecía hambre y escasez de productos. En este lugar, De la Huerta estableció su gobierno provisional94 pero, al final de cuentas, abandonó la región de la Laguna con dirección hacia Estados Unidos. Esto último dio lugar a la recuperación del sureste del país. La debilidad de los delahuertistas permitió que las fuerzas de Obregón penetraran a la península de Yucatán por el puerto de Sisal, bajo la dirección de Juan N. Celis.95 Desde ahí se dirigieron al puerto de Progreso y a la ciu- dad de Mérida, que ya había sido evacuada al momento de su llegada. La rápida recuperación de Mérida desmoralizó a los rebeldes que empezaron a huir. Desde la capital yucateca se avanzó hacia el puerto de Campeche, mientras que desde el sur de la península también se fueron recuperando los sitios que estaban en poder de los delahuertistas.96 Mientras esto sucedía, los socialistas se reorganizaron bajo la dirección de Ramón Félix Flores en Campeche, cuya capital fue recuperada totalmente el 20 de abril de 1924.97 Aunque al interior del estado aún se mantuvo cierta resis- tencia por parte de los alzados, la recuperación de la ciudad amurallada signi- ficó el final del conflicto, mientras que la reapertura de los puertos trajo con- sigo la reactivación del comercio, la exportación henequenera y la entrada de productos comestibles que aligeraron la vida de los habitantes de Campeche. Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Doctorado


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