​​“Al igual que los navegantes y los exploradores del siglo XVI, he sido agitado por la justa ambición de riquezas. Pero las que desde mis ya lejanas mocedades ambicioné, no han sido las materiales que provocan las enconadas luchas de los hombres, sino las espirituales constituidas por afectos sinceros, estimación favorable, amistad pura; la amistad que, severa, nos señala nuestros errores; que, benévola, nos impulsa en nuestros desalientos; que, misericordiosa, nos levanta en nuestras caídas. He ambicionado el poderío intelectual, que solamente se puede alcanzar tras del estudio perenne, que nos obliga a ser humildes porque mientras más estudiamos mejor conocemos nuestra ignorancia".

​Alberto María Carreño​​​

Introducción.

La Colección documental Alberto María Carreño se encuentra resguardada en la Biblioteca Ernesto de la Torre Villar del Instituto de Investigaciones José María Luis Mora y está compuesta por 19 expedientes que contienen 395 documentos que van desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX. Los temas que abarca son diversos, tales como aspectos religiosos, administrativos, políticos, judiciales, geográficos, de salud pública y vida cotidiana, reflejo de los intereses académicos del historiador Carreño durante sus más de 50 años de trayectoria académica y científica.

Alberto María Carreño

Descrito por Ernesto de la Torre Villar como “hombre de larga y fecunda vida y actividad"[1], el historiador Alberto María Carreño Escudero (Ciudad de México, 1875-1962) fue un investigador, diplomático, periodista, escritor, impresor y profesor con múltiples y variados intereses académicos durante sus más de 50 años de trayectoria, quien escribió obras que van de lo bibliográfico, hasta la historia de instituciones e investigaciones sobre el comercio en México y la investigación sobre el paradero y la identificación de los restos de Hernán Cortés, al haber formado parte, entre 1946 y 1947, junto a otros grandes historiadores, antropólogos e intelectuales de la época tales como Daniel Rubín de la Borbolla, Ignacio Marquina, Silvio Zavala  y Salvador Toscano, de la comisión dictaminadora ordenada por el Presidente, General Manuel Ávila Camacho para establecer en dónde se encontraban depositados los restos del conquistador español, de los cuales se desconocía su paradero con certeza desde la primera mitad del siglo XIX. Como parte de sus labores diplomáticas, a inicios del siglo XX fue representante de nuestro país en el Tribunal Internacional de Arbitraje por el caso de límites fronterizos entre Estados Unidos y México conocido como El Chamizal.

​             Fue un entusiasta de la divulgación histórica y escribió en numerosas revistas y publicaciones periódicas tales como Revista de Revistas, Excélsior, Ábside, Ambos Mundos, Anales del Museo Nacional, El Tiempo, Crédito y hacia finales de su vida fundó y dirigió la revista Divulgación Histórica.

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             Perteneció a diferentes sociedades y academias científicas. En 1918 fue presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. En 1924 ingresó como miembro de número a la Academia Mexicana de la Lengua, en la que se desempeñó como bibliotecario, archivero y secretario. Fue también miembro de número de la Academia Mexicana de Historia, institución que dirigió de 1958 hasta su muerte. En 1953 la Universidad Nacional Autónoma de México le otorgó un Doctorado Honoris Causa.

       ​Entre sus labores docentes, destacan sus cursos de Castellano, Historia del Comercio y Geografía Histórica de México en colegios particulares y públicos en México y en el extranjero, tales como la Escuela Nacional Preparatoria, el Colegio Militar, la Escuela Nacional de Comercio, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Escuela Bancaria y Comercial y la Facultad de Leyes de la Universidad de Fordham en Nueva York.

Algunas de sus principales obras son:

• El Chamizal y el presidente norteamericano Woodrow Wilson, en 1913.

• Jefes del Ejército Mexicano en 1847, en 1914.

• Fray Domingo de Betanzos: fundador en la Nueva España de la venerable Orden Dominicana, en 1924.

• El arzobispo de México, Excmo. Sr. Dr. Don Pascual Díaz, y el conflicto religioso, en 1932.

• El Padre Miguel Agustín Pro, en 1938.

• Atlas Geográfico y Estadístico de la República Mexicana, en 1941.

•​ Breve historia del comercio, en 1942.

• Los españoles en el México independiente, en 1942.

• Los españoles en el México independiente, en 1942.

• Don Fray Juan de Zumárraga. Teólogo y Editor, Humanista e Inquisidor, en 1950.

• La diplomacia extraordinaria entre México y los Estados Unidos: 1789-1947, en 1961.

• La Real y Pontificia Universidad de México, 1536-1865, en 1961.

•​ Archivo de Porfirio Díaz, 30 volúmenes, de 1947 a 1961.