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Representaciones y practicas sociales

RepResentaciones y pRácticas sociales isbn: 978-607-9294-01-4 el cual “pronto comprendió que los hombres que saben ser libres no pueden hacerse esclavos. Gracias a esto, el pueblo llegó a la conclusión de que ya no soportaría la humillación de aquellos que siempre habían buscado en él los medios de encumbrar las nulidades que procuraron negarle lo que más falta le hacía: la libertad y la educación.”32 La revolución constitucionalista lleva en su seno la gloria de estar pro- clamando las bases de una cultura superior a las actualmente existentes en el orbe, para sacar de sus moldes el precepto legal que ha de regir los destinos de este pueblo, por tanto tiempo mancillado por los esbi- rros que profanaron los mandatos inviolables y expresos de la ley, a indicación solamente, de la omnímoda voluntad de los tiranos. Así, las grandes causas nunca sucumben porque son hijas de la honradez, de la 104 civilización y del progreso. Luchar por ellas es un deber. La causa cons- titucionalista tiene sus lemas y principios dignos de inmortal encomio, y por eso, hay que luchar por ella, hasta no ver realizadas las ideas que pregona y persigue.33 Respecto a estas ideas y objetivos de la revolución constitucionalista, la redacción de Revista Nacional consideraba que estaban ideadas para la reconstitución social y pedagógica del obrero mexicano. Labor que sólo podría llevarse a cabo con la creación de leyes que hicieran desaparecer el poder de la burguesía que desde el porfiriato le había ocasionado tantos males al obrero, remunerar las labores del proletariado y fundar escuelas para que en ellas el pueblo pudiera aprender a ejercer sus derechos cons- titucionales y salir de la ignorancia que, por desgracia, habían ocasionado los ejércitos villistas y zapatistas, a quienes señalaron como reaccionarios y detentadores del orden establecido. Los redactores de Revista Nacional consideraban que los ataques a los convencionistas eran necesarios porque su falta de educación y de principios morales y políticos habían generado su “rebeldía”. De ahí que sus redactores también hayan criticado la ideología y propósitos de los villistas y zapatistas. A estos últimos auguraron el peor de los fracasos por su “bandidaje absurdo, su sed de sangre y su alianza con los villistas, quienes estaban siendo aniqui- Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Maestría


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