La caricatura poLítica en Veracruz M. López lados a golpes serios y contusos por las fuerzas del general Álvaro Obregón en el sur, centro y norte del país”.34 Después de las tremendas derrotas que sufrieron las huestes reaccionarias en Celaya, el completo hundimiento de Villa y sus secuaces es cuestión de poco tiempo. Villa que gozaba de alguna reputación como guerrillero, cuyo valor nadie ponía en duda y cuyas mentiras para embaucar al pue- blo mexicano habían sido tomadas como verdades por los ignorantes, ha quedado después de su fracaso, perfectamente identificado con la nulidad, a la vista de todos. Ahora al astuto bandido, se le ve tal como ha sido: una ruina humana, un ser abyecto y despreciable.35 La redacción no se equivocaba, para mediados de 1915 Villa seguía perdiendo terreno y Carranza, gracias a las victorias militares de los consti- 105 tucionalistas al mando de Álvaro Obregón, controlaba aproximadamente las cuatro quintas partes del país. Aunado a todo esto, Villa estaba perdiendo la simpatía de Estados Unidos debido a que comenzó a exigir contribuciones económicas cada vez mayores a las compañías estadunidenses.36 Por otra parte, es interesante resaltar la importancia que Revista Nacio‑ nal le dio al papel desempeñado por la prensa durante la guerra civil. En este sentido, los editoriales publicados al respecto nos muestran la concepción que sus redactores tenían de su labor como revolucionarios. Ellos considera- ban que el periodismo carrancista tenía una intención educativa, propagan- dística y redentora. Para hacer labor educativa, el periodista adaptándose al medio debe es- cribir de suerte que impresione, aunque haya de recurrir a la concepción de historietas agradables a las masas populares, para así acostumbrarlas a la lectura; para hacer labor de propaganda, el periodista tiene un basto sic campo de acción dando a conocer los ideales de la revolución, analizándolos, demostrando su conveniencia e invitando a todos para que en su esfera de acción coadyuven al triunfo de la causa del pueblo y por último para hacer obra redentora debe decir a esos oprimidos cuáles son sus obligaciones y cuáles son sus derechos. Que les diga que no es D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.
Representaciones y practicas sociales
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