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Representaciones y practicas sociales

AlAs pArA Chile C. E. Valdez para dirigir de los mandos, dejando claro que estos no “son atributos espe- ciales de los soviéticos”. Finalmente, el autor asegura que hay un tercer momento en 1960 en el que la “influencia” de Jruschov y su “análisis”, sobre el carácter de la guerra moderna influyeron decisivamente. En dicho “análisis” el autor afirma que “los periodos iniciales estarían dominados por ataques de ingenios balísticos en gran escala y que la URSS no sólo estaba en condiciones de realizar esos ataques iniciales, sino que también disponía de los medios necesarios para que fueran precisos”.32 Con lo expuesto hasta el momento sólo podemos mostrar una pequeña parte de los contenidos que se encuentran mayoritariamente en la revista; ahora intentaremos delinear, a grandes rasgos, las tendencias generales que siguió desde 1941 hasta 1973. Como se ha dicho, hasta ahora el estudio de las fuerzas armadas, salvo 181 notables excepciones, ha estado cubierto de clichés y lugares comunes que asumen discursos ya hechos, que de fondo nos dan visiones parciales y acrí- ticas de lo que en realidad es una pelea y una profunda discusión por mode- lar un ideal y un “deber ser” del hombre de armas. De forma muy fácil y casi automática, atribuimos a la fach preceptos doctrinarios de clara influencia de la fuerza aérea estadunidense, dejándo- nos llevar por el predominio de Estados Unidos en dicha arma, en relación con el material de guerra y estereotipos de comportamiento, así como en imágenes y símbolos. A través de las páginas de la revista se van marcando las pautas a seguir para todos sus lectores, y si bien las publicaciones son decididas por la direc- ción, la pertenencia y el paso de sus directores por el Estado Mayor general –y de alguno su consiguiente puesto como comandante en jefe de la fuerza aérea–, nos permite afirmar que esta es sin duda la postura de la oficialidad que se encuentra a punto de ascender a los puestos clave de toma de deci- siones de la institución. Para acercarnos a esos cambios propongo una periodización de cam- bios generales en los contenidos de la revista y, por lo tanto, en las visiones doctrinarias. Con anterioridad habíamos dicho que la revista de la fach surge ante la necesidad de encontrar un mecanismo para la difusión de las ideas, discusio- D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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