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Representaciones y practicas sociales

RepResentaciones y pRácticas sociales isbn: 978-607-9294-01-4 se encontraba la de reconocer el estado de las deudas y diligenciar su recau- dación, expidiendo despachos y en su caso hasta censuras. La notaría de diezmos era una oficina dependiente de la haceduría. En ella, el notario de diezmos tomaba razón de todas las escrituras otorgadas por los colectores y causantes. De tal oficina emanaban reportes sobre el estado de las deudas pertenecientes a los aniversarios, a la fábrica o a las colecturías. Debido a que la notaría estaba bajo el mando de la haceduría, esta última revisaba los registros anualmente con el fin de advertir o ejecutar acciones administrativas sobre las rentas.25 En el arzobispado de México existieron dos procedimientos para cobrar el diezmo. Uno de ellos era el arrendamiento por el cual el Cabildo metropo- litano concedía la facultad de recolectar la renta decimal al mejor postor. La adjudicación se hacía por almoneda pública a quien ofreciera mayor canti- 60 dad de dinero. El otro procedimiento era la administración directa por la que el Cabildo nombraba a las personas encargadas del cobro de los diezmos. Sabemos que el uso de este modo de cobro fue utlizado excepcionalmente en la diócesis de México durante la segunda mitad del siglo xvii. Se aplicó sólo cuando el monto de las posturas en los remates era demasiado bajo.26 En el periodo estudiado este método de cobro fue aplicado para todos los diezmatorios del arzobispado de México. La recolección del diezmo estaba organizada territorialmente por co- lecturías o diezmatorios.27 Entre 1821 y 1833 el territorio fiscal del arzobis- pado de México estaba compuesto por 25 colecturías, a saber: Acapulco, Apan, Chalco, Coyoacán, Cuautitlán, Cuautla de Amilpas, Cuernavaca, Hui- chapan, Ixmiquilpan, Ixtlahuaca, Ocuituco, Otumba, Pachuca, Querétaro, San Felipe del Obraje, San Juan del Río, Santiago Tianguistengo/Lerma, Ta- cuba, Taxco, Temascaltepec, Tenancingo, Tepecoacuilco, Texcoco, Toluca y Tulancingo (véase mapa 1). Esta forma de organización fue el resultado de un proceso de división continuo que tuvo como fin el manejo eficiente de la recaudación de los diezmos. A su vez, los diezmatorios estaban divididos en subcoleturías o parti‑ dos. El fraccionamiento correspondía a dos lógicas: 1) a la extensión territo- rial, es decir, entre más amplia fuera la colecturía mayor número de partidos la constituían, y 2) a la cantidad de unidades declarantes concentradas en la Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Maestría


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