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Temas de Cooperación Internacional para el Desarrollo

La institucionalización de la perspectiva de género C. Sauteron Pero así como otras categorías de análisis de las ciencias sociales tu- vieron un potencial transformador (por ejemplo, la de clase social), es de destacar que categorías, como la de género, pueden ser y han sido instru- mentalizadas no para transformar, sino para mantener igual el estado de cosas (statu quo), o alterarlo sólo superficialmente. De este modo, personas encargadas de instrumentar esta perspectiva “creen que es posible sumarla a su concepción del mundo patriarcal y que no deben modificar sus creen- cias, sus valores y sus principios”. La capacitación de género llega a ser, entonces, pobre porque, sin hacer una pedagogía crítica, se dan elementos de manejo superficial de la perspectiva de género.87 En efecto, la perspectiva de género y la capacitación en esta materia exigen “toda la puesta en movimiento y cambios personales, íntimos y vitales que no son aceptados por muchas personas que hoy usan el género como si fuera una herramienta técnica, neutra y edulcorable”.88 55 Para concluir, se ha visto en este artículo que tanto las demandas femi- nistas como el concepto de género han sido objeto de un proceso de des- politización en el ámbito de la cooperación internacional para el desarrollo debido a su fuerte contenido político, es decir, cuestionador, transgresor y transformador, el cual es visto por los diversos actores de la cipd como ame- nazante del orden patriarcal predominante. No obstante, sin un cuestionamiento y una propuesta de transformación radical del orden de los sistemas de sexo/género, y de manera más general, del sistema político, económico y social predominantes, considero que no se logrará la equidad de género ni la meta del desarrollo humano sustentable establecida por el Sistema de las Naciones Unidas. Notas 1 Scott, “Género”, 1996, p. 265. 2 Se denomina “feminismo de la segunda ola” o “feminismo de la nueva ola”, al movimiento de liberación de las mujeres que surge en la década de 1960 y se consolida en los años setenta, en contraste con el feminismo de la primera ola, que se remonta a la lucha sufragista de las primeras décadas del siglo xx. D. R. © 2010, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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