Tres miradas a la hisToria conTemporánea isbn: 978-607-9294-05-2 res libres, contribuyendo al agravamiento del problema. Mientras tanto, el gobernador envió al Congreso local una iniciativa de ley que le permitiera solucionar el paro laboral. Esta moción fue aprobada por los legisladores –de mayoría socialista– que declararon de utilidad pública a los tranvías.8 En su defensa, los dueños de tranvías recurrieron a Obregón para que- jarse por la suspensión de los servicios orquestada desde la presidencia mu- nicipal de Campeche, por las pérdidas que sus empresas tenían mientras no se pusiera fin al paro y por la declaratoria de utilidad pública. Por ejemplo, Salvador Dondé argumentó que esta resolución sólo era una represalia or- questada desde la dirección del Socialista Agrario a causa de que los con- ductores que prestaban servicio en su empresa no pertenecían a las ligas de resistencia dirigidas por Flores; pero también recurrieron al recurso de amparo en contra de dicha declaratoria y lograron que el dictamen resultara 54 a su favor.9 Ante esta derrota, los tranviarios optaron por negociar con las empresas y recuperar sus empleos, pero en unas condiciones no del todo favorables a sus peticiones iniciales. Como ya se ha referido líneas arriba, este paro en el servicio de tranvías coincidió con otras situaciones similares en el puerto del Carmen y con los ferrocarrileros del estado.10 Durante estas dificultades, Enrique Gómez Bri- ceño se mantuvo en su posición de lograr acuerdos conciliatorios entre las partes en pugna. Esta posición fue criticada por Flores, quien logró predispo- ner a los trabajadores ligados en contra del gobernador que, en su defensa, responsabilizó a sus enemigos, tanto de fuera como de dentro del partido, por los problemas que se suscitaban durante su administración.11 La situación se complicó de tal manera que el titular del ejecutivo cam- pechano presentó su renuncia ante el legislativo local, pero esta solicitud fue rechazada.12 A pesar de ello, esta acción no se tradujo en la terminación del enfrentamiento entre Gómez y Flores, sino que se complicó más y llegó a su punto más álgido cuando el primero no se presentó a rendir su informe de gobierno por haber sufrido un accidente, lo que fue aprovechado por Flores para criticar y cuestionar su mandato, así como para organizar una marcha en su contra. Ante estas circunstancias, Gómez renunció definitivamente a su gobierno el 11 de agosto de 1921.13 Los investigadores de este periodo han destacado el carisma y el arrastre popular de Félix Flores frente a Gómez Briceño. Se ha señalado que frente a Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Doctorado
Tres miradas a la historia contemporánea (electronico)
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