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Tres miradas a la historia contemporánea (electronico)

Tres miradas a la hisToria conTemporánea isbn: 978-607-9294-05-2 no tuviera problemas con él. Posteriormente, en el pueblo de Bécal, en el municipio campechano de Calkiní y a medio camino entre los dos estados peninsulares, hubo una reunión para tratar el asunto de la rebelión militar entre los mandatarios de ambos estados, los mandos militares y los dirigentes socialistas.85 En esta ocasión se pidió que Durazo se pronunciara a favor del gobierno de Obregón, lo que el coronel hizo. Entonces, Ángel Castillo Lanz presionó para que este militar aprehendiera a José María Vallejo, quien con- tinuaba realizando actividades sediciosas en contra del gobierno constituido. Durazo tomó prisionero a Vallejo, pero el 8 de diciembre este se escapó y se ocultó en la casa de Luis G. Castro, quien más tarde se convertiría en gobernador provisional de los delahuertistas. Este hecho puso aún más en en- tredicho la fidelidad política de Durazo y se sospechó que estaba de acuerdo con la sublevación de Guadalupe Sánchez. Esta actitud vacilante de Rafael 74 Durazo fue la oportunidad inmejorable para que José María Vallejo secundara al movimiento veracruzano el 11 de diciembre de 1923. De este modo, la isla carmelita se convirtió en el centro de la rebelión desde donde se expandió al resto del estado y la península. De hecho, casi la totalidad de los militares en Campeche se unieron a la rebelión. Inmediata- mente los soldados asaltaron establecimientos comerciales y se dedicaron al saqueo, mientras que Vallejo asumió la dirección de este movimiento y proce- dió a la persecución de Lanz y Flores, quienes optaron por huir del estado.86 A partir del apoyo de las fuerzas militares a favor de la rebelión de- lahuertista nada pudo evitar que este movimiento se extendiera por el sur de la entidad y se propagara al resto de la península. Este hecho obligó a Carrillo Puerto a llamar a los integrantes de las ligas de resistencia a enlistarse, armar- se y aprestarse a defender al gobierno. Esta convocatoria llegó a Campeche el mismo día en que un gran número de integrantes del batallón en Ciudad del Carmen se rebeló adueñándose de esa plaza y saqueó los comercios de la ciudad,87 acción que fue emulada en la ciudad amurallada cuando un contingente militar se pronunció a favor de De la Huerta. José María Valle- jo, al frente de 225 hombres del 40 batallón, impidió cualquier intento por defender al régimen socialista en la entidad campechana y él mismo fue nombrado jefe del movimiento revolucionario en la península de Yucatán. Vallejo nombró al comerciante Luis G. Castro gobernador provisional de Campeche el 12 de diciembre de 1923, y hasta el 27 del mismo mes se Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Doctorado


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