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Evaluación del Programa... M. J. Lorenzen reduciendo cada año los apoyos y terminándose en 2008 –coincidiendo con el año de la liberalización completa del comercio agrícola en el marco del tlcan. El programa fue concebido con la suposición de que, después del periodo de transición, los mercados agrícolas estarían suficientemente con- solidados y los agricultores no tendrían ya necesidad de un programa de subsidios (Puyana y Romero, 2005: 68). El hecho de que los apoyos fueran mantenidos y que el programa haya sido renovado y extendido hasta 2012 por el presidente Felipe Calderón –en gran parte tras los reclamos de organi- zaciones campesinas– refleja el hecho de que los productores rurales siguen teniendo una gran necesidad de apoyos y que el Procampo está lejos de alcanzar sus objetivos ambiciosos. Las modificaciones al programa 67 Como vimos brevemente, el Procampo experimentó varios cambios, muchos de los cuales fueron instrumentados para reducir los efectos regresivos que el programa tenía claramente por su concepción –el apoyo es por hectárea, por lo que los grandes productores reciben más que los pequeños. Primero, el programa –dirigido a los agricultores que produjeron cerea- les y oleaginosas en la primera mitad de la década de 1990– fue reformado en 1995 para permitir la producción de cualquier cultivo lícito, con el objeti- vo de incitar la reconversión hacia cultivos más rentables, esencialmente las frutas y las hortalizas. Ese mismo año, como ya lo mencionamos, el carácter obligatorio de dedicar la tierra a una finalidad productiva fue abolido y el apoyo se autorizó a los productores rurales que dirigían proyectos ecológicos autorizados por la Semarnat. En 2001, el programa fue modificado para beneficiar más a los peque- ños agricultores al entregar el apoyo monetario antes de la siembra a los productores de hasta cinco hectáreas sin irrigación en el ciclo primavera- verano y al acordar a los productores con superficies más pequeñas a una hectárea todo el apoyo correspondiente a una hectárea completa (Puyana y Romero, 2005: 69). Por otra parte, ese año se emitió la Ley de capitalización del Procampo, para entregar a los beneficiarios –de hasta cierto límite de hectáreas–16 la posibilidad de recibir, en un solo pago anticipado, los apoyos D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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