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Espacios Tatuados

Espacios tatuados. Textos sobre el estudio de las regiones y los territorios isbn: 978-607-7613-86-2 futuros acumulados del Procampo hasta el año 2008, para financiar proyec- tos productivos no solamente en la agricultura sino también en la ganadería, la acuacultura y la silvicultura, promoviendo así la reconversión productiva (uach y Aserca, 2003: 34). A partir de 2003, los apoyos para los productores con superficies de hasta cinco hectáreas sin irrigación en el ciclo primavera-verano fueron in- crementados en relación con los apoyos destinados a los otros beneficiarios (es decir, los productores del ciclo primavera-verano con irrigación y de más de cinco hectáreas sin irrigación, así como todos los productores del ciclo otoño-invierno) (Puyana y Romero, 2005: 69). Ese mismo año, como ya lo indicamos, se establecieron las normas en el proceso de aceptación de nue- vos beneficiarios para privilegiar a los productores pobres y sin irrigación. Una nueva reforma fue establecida en 2009, dividiendo los montos 70 atribuidos a los tres grupos que ya hemos indicado: los productores sin irri- gación de hasta cinco hectáreas del ciclo agrícola primavera-verano (Cuota Alianza); los productores de primavera-verano sin irrigación de más de cinco hectáreas en once estados elegibles, con un límite de superficie en cada caso (Cuota Preferente); y el resto de los productores del ciclo primavera-verano así como todos los productores del ciclo otoño-invierno (Cuota Normal). Además, ese mismo año se estableció un límite superior de 100 000 pesos a los apoyos que pueden ser entregados a cada beneficiario por ciclo agrícola, aunque para las personas morales el monto máximo es calculado en función de la aportación de superficie de cada uno de sus miembros sin que se ex- ceda, para cada uno de ellos, el límite de 100 000 pesos (en otras palabras, multiplicando los 100 000 pesos por cada miembro que aportó superficie).17 Desde los primeros años del funcionamiento del Procampo se estable- ció la obligación de realizar una evaluación oficial anual del programa para verificar y asegurar su eficacia. De esta forma, cada año se abre una con- vocatoria –a instituciones académicas o de investigación– para hacer una evaluación externa del Procampo que debe centrarse en el respeto o no de las normas de operación, en los beneficios económicos y sociales derivados del programa y en su eficacia (Durán, 2007: 12). Especificaremos en el siguiente apartado los resultados más significati- vos de cuatro evaluaciones oficiales del Procampo (de 1998, 2001, 2003 y 2007). Realizaremos también una crítica de esas evaluaciones, al igual que Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Estudios Regionales • Maestría


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