La Unión nacionaL de Padres de FamiLia M. A. Pérez buenos hábitos, libre de vicios y costumbres retrógradas, que se pensaba eran consecuencia de la influencia del catolicismo. Así, se pretendía cambiar la cultura y los hábitos del pueblo,3 y la educación laica era considerada como un instrumento clave en el proyecto revolucionario. Por otra parte, el proyecto católico buscaba establecer un orden social cristiano, en el que predominara la armonía, el orden y la caridad, en donde el Estado, confesional y de estructura corporativa, garantizara los derechos de la Iglesia (por ejemplo, a poseer y administrar bienes) y de los hombres, y las leyes estuvieran en consonancia con la doctrina católica. Del mismo modo, el proyecto católico defendía el respeto a la libertad de la Iglesia para llevar a cabo las tareas que le eran propias, como la evangelización, la difusión de sus enseñanzas, sus celebraciones y actos de culto, sus obras de mejora- miento social y de beneficencia, y, por supuesto, sus labores educativas. La enseñanza también era vista como una herramienta esencial. Era una preo- 133 cupación recurrente de la Iglesia y por eso el Episcopado trató con especial atención el problema de la enseñanza en diversos documentos pastorales. En su concepción del mundo, no podía existir una educación alejada de la religión. La Iglesia tenía el derecho inalienable y divino de educar, pues úni- camente mediante sus enseñanzas los humanos podían salvar su alma y los niños llegarían a ser buenos ciudadanos y hombres de bien. Igualmente, sólo la educación cristiana podía inculcar la moral adecuada. El deber de la Igle- sia en este rubro se extendía a todos los establecimientos, ya fueran públicos o particulares, y la instrucción religiosa no debía limitarse al templo, ya que la escuela era considerada como una extensión de este y del hogar. Tomando en consideración esta disputa entre dos proyectos de nación, la Unión emergió como una organización destinada a trabajar y luchar por el derecho de la Iglesia a educar, lo que sólo sería posible si se suprimía el laicismo y se conseguía la plena libertad de enseñanza. Por lo tanto, y esto es la idea rectora de este trabajo, la unPf fue un grupo de presión confesional consagrado, como hemos dicho, a echar abajo el artículo tercero constitu- cional, o reformarlo de acuerdo a sus planteamientos, lo que era su objetivo primario, pero también para oponerse a la política educativa del Estado revo- lucionario en general, lo cual era su objetivo secundario. Siguiendo a Hugh Campbell, de igual manera podemos considerar a la Unión como un grupo D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.
Representaciones y practicas sociales
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