RepResentaciones y pRácticas sociales isbn: 978-607-9294-01-4 la Iglesia y los conservadores. Igualmente, el encono contra el clero, acu- mulado al calor de la guerra contra Huerta, aún estaba muy presente en el Congreso. A esto también contribuyó la experiencia del porfiriato, pues muchos revolucionarios vieron en la política de conciliación con la Iglesia una componenda y una claudicación de los principios del liberalismo. Por consiguiente, los artículos referentes a la religión fueron más severos que los de la Constitución de 1857 y tenían como objeto someterla a un estricto control por parte del Estado, propósito que ya se entreveía desde la época de la guerra de Reforma. De esta manera, el anticlericalismo revolucionario resultó más fuerte e intolerante. El artículo aprobado por los constituyentes garantizaba, en teoría, la libertad de enseñanza, pero imponía el laicismo en las primarias públicas y privadas; asimismo prohibía que las corporaciones religiosas y los cléri- 136 gos establecieran y dirigieran escuelas, y los planteles particulares sólo po- dían establecerse si se sujetaban a la vigilancia oficial. La Constitución fue promulgada el 5 de febrero de 1917, y la reacción católica ante el artículo tercero y las protestas contra este no tardaron en aparecer. El rechazo de los jerarcas católicos contra la Carta Magna puede considerarse uno de los fundamentos de la existencia de la unPf y una de sus fuentes principales de inspiración. Al respecto, sobre el artículo tercero constitucional los prelados del país decían: Así, pues, por una parte se restringe la libertad de enseñanza, toda vez que se prohíbe la instrucción religiosa aún en las escuelas privadas; por otra, se coarta en los sacerdotes la que todo hombre tiene de enseñar, y por último, se ataca el derecho de los padres de familia a educar a sus hijos según su conciencia y su religión, puesto que se les obliga a que estos reciban enseñanza laica, es decir, positivamente irreligiosa, como lo expresó la Comisión dictaminadora. No podemos callar ante tantos atentados; ciudadanos mexicanos y jefes de la religión de la mayoría de nuestros compatriotas, la conciencia nos obliga a protestar y protestamos contra la violación que en estos artículos se hace de tan caros derechos.6 Por otra parte, surgieron organizaciones inspiradas en el catolicismo social, estimulado por la encíclica Rerum Novarum (1891) de León XIII, que Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Maestría
Representaciones y practicas sociales
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