La Unión nacionaL de Padres de FamiLia M. A. Pérez paraeclesial, que se constituyó en asociación civil que reconocía “obedien- cia absoluta a las autoridades eclesiásticas”, con quienes mantuvo ligas muy estrechas aunque no manifiestas.14 Si la Unión se oponía al supuesto monopolio educativo estatal, era muy posible que lo hiciera con la intención de que en un futuro la religión cató- lica predominara en la enseñanza, excluyendo a otras confesiones. En este sentido, con base en el derecho natural, la unPf consideraba que la ley natu- ral, la ley divina, que se expresaba en la doctrina católica y sus preceptos, era superior y debía prevalecer sobre la ley positiva, la de los hombres, además de que era anterior al Estado y el cimiento de la sociedad. Por otra parte, la Unión veía en el laicismo la mayor amenaza a la formación intelectual, es- piritual y moral de los niños, pues fomentaba el sentimiento antirreligioso y envilecía su alma, haciéndolos seres perversos, ya que la falta de valores cris- tianos los haría receptivos a ideas contrarias a la moral católica.15 Algunos 139 miembros de la unPf opinaban que con la imposición del laicismo se había expulsado a Dios de la vida pública, con lo cual se acababa con toda moral posible. El laicismo se identificaba con el racionalismo, que, según la Unión, normaba la educación, lo que iba en contra de la libertad de conciencia y era un intento de instaurar la irreligiosidad del Estado. La filosofía del laicis- mo se sustentaba en la negación de lo sobrenatural, de la revelación y de la autoridad espiritual de la Iglesia. De esta manera, el laicismo se apoderaba de la neutralidad usándola como arma contra la religión y para no permitir que la Iglesia cumpliera con su misión espiritual.16 Los estatutos de 1917 definían los motivos de la fundación de la unPf. En los considerandos se reivindicaba el derecho natural de los padres a educar y la obligación de inculcarles valores cristianos y buenas costumbres, pues ello era la base del orden público y el bienestar familiar. Para ejercer tal derecho, los padres podían hacer uso, paradójicamente, de la misma Constitución de 1917, que otorgaba la libertad de enseñanza, la libertad de cultos y prohibía al Congreso legislar para proscribir religión alguna. Asimismo, daba a los pa- dres el derecho de petición y el juicio de amparo para poder modificar las leyes que restringían la libertad de enseñanza. Los objetivos de la Unión eran evitar la antirreligiosidad, la violación de la neutralidad escolar establecida por el artículo tercero, las intromisiones ilegales en los colegios privados y el sectarismo en las escuelas públicas; aparte de vigilar la moralidad de la edu- D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.
Representaciones y practicas sociales
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