La Unión nacionaL de Padres de FamiLia M. A. Pérez la unpf y la laicización de la enseñanza particular Después de los arreglos de 1929, que pusieron término a la guerra cristera (1926-1929), el enfrentamiento Estado-Iglesia continuó en el ámbito de la educación. El gobierno mexicano no cedió en sus intentos por limitar la in- fluencia de la Iglesia y expulsarla del sistema de enseñanza básica, por lo que efectuó una campaña de “desfanatización”, uno de cuyos ejes principales era la escuela. Narciso Bassols, abogado de propensiones marxistas, fue nombra- do por Pascual Ortiz Rubio el titular de la Secretaría de Educación Pública (seP). Con él, el anticlericalismo tomó nuevos bríos en la educación. Así, “la educación confesional sería motivo de una intensa lucha; la laicización de la misma, uno de sus objetivos primordiales”.19 El objetivo de Bassols era someter a la educación privada, primaria y secundaria, cuyos reglamentos de incorporación expedidos en 1926 dejaban un resquicio para la intromisión 141 del clero católico y la enseñanza confesional.20 El papel de la unPf como grupo de presión confesional comienza a revelarse de manera más nítida a principios de la década de 1930, cuando tomó la iniciativa contra la laicización de las primarias y secundarias cató- licas y se mostró como defensora de la educación privada. De esta forma, la Unión aparece mandando peticiones al gobierno para modificar los re- glamentos y rebatiendo por medio de memoriales y otros documentos los argumentos del gobierno a favor de su política educativa. El primer objetivo de Bassols fue acabar con el gran número de es- cuelas secundarias particulares que el decreto de Calles había dejado de lado, pues la rápida expansión de aquellas en los años veinte era un desafío a sus planes de fomentar la educación laica. Igualmente, el secretario de educación se propuso quitar el control de las secundarias a la Iglesia, para obtener “así, en el nivel superior, la unidad ideológica”.21 Y su principal ins- trumento para ello sería el decreto revisado de incorporación para escuelas secundarias privadas del 29 de diciembre de 1931, que reformaba el de 1926. De esta manera, este reglamento contenía disposiciones más severas para restringir el funcionamiento de las escuelas secundarias confesionales y limitar la validez de los estudios hechos en ellas.22 En los hechos, al no ser reconocidos oficialmente los estudios hechos en este tipo de escuelas, los D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.
Representaciones y practicas sociales
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