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Representaciones y practicas sociales

La Unión nacionaL de Padres de FamiLia M. A. Pérez del Reglamento y “convencidos de que no pueden alcanzar el éxito, buscan desfigurar el alcance de la vigilancia oficial que garantizaba la higiene y la buena organización pedagógica de las escuelas particulares, atribuyéndole tendencias de inmoralidad que sólo existen en la imaginación de los directo- res de la Unión Nacional de Padres de Familia”.35 La unPf contestó rápidamente a Bassols. La primera invocaba el artículo tercero que rectamente interpretado, según ella, reconocía los derechos na- turales. Señalaba que el secretario se equivocaba cuando decía que la labor de la unPf era dolosa y buscaba engañar a los padres de familia, cuando sólo se circunscribía a ejercer legítimamente un derecho natural. Por otro lado, era un hecho público, afirmaba la Unión, que en las escuelas se había iniciado una campaña de “desfanatización e higiene sexual”, que era inmo- ral y antirreligiosa. Así pues, el gobierno, y no los padres de familia, había iniciado el conflicto con sus reglamentos antirreligiosos. La organización 145 aseguraba que, en el marco de la ley, lucharía por reconquistar la libertad de enseñanza, ignorando las opiniones personales del secretario si estas se oponían a los derechos de los padres.36 En una carta enviada por Edelmiro Traslosheros y Francisco Arrieta Viz- caíno, presidente y secretario de la unPf, respectivamente, la organización consideraba que la respuesta de Bassols no tenía fundamentos jurídicos, por lo que solicitaban al ejecutivo que examinara personalmente el asunto, y si sus ocupaciones no se lo permitían, turnara su análisis a alguna reconocida institución de abogados de la capital, que con criterio imparcial, pensaba la Unión, concluiría que la razón y la justicia estaban de su lado. Negaba que buscara oponerse al gobierno, ya que era ajena a la política y solamente que- ría que no persistieran las extralimitaciones del Reglamento que endurecían las disposiciones del artículo tercero. Por tanto, aspiraba a que no se agrava- ran las limitaciones a la libertad de enseñanza con un reglamento que inva- día las facultades del poder legislativo, lo cual implicaba faltarle al respeto a la Constitución y lesionar los derechos de los padres de familia, “hiriendo los sentimientos más profundos como son los del amor paternal”. Entonces, confiando en el criterio recto y espíritu liberal del mandatario, la unPf pedía que fuera atendida su petición.37 Ante la insistencia de la organización, el secretario particular del pre- sidente Ortiz Rubio comunicó a la unPf, por medio de un telegrama, que D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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