La Unión nacionaL de Padres de FamiLia M. A. Pérez sexenal que debía llevarse a cabo en la próxima administración por iniciativa del sector izquierdista del partido. En la convención se dijo que la libertad de enseñanza debía entenderse como la facultad concedida a una persona para dar educación, siempre y cuando cumpliera los requisitos que señala- ban las leyes. Y se especificaba: “la escuela primaria, además de excluir toda enseñanza religiosa, proporcionará respuesta verdadera científica y racional, a todas y cada una de las cuestiones que deben ser resueltas en el espíritu de los educandos para formularles un concepto exacto y positivo del mundo que los rodea y de la sociedad en que viven, ya que de otra suerte la escuela no cumplirá su misión social”.42 Esto causó alarma entre el clero y los grupos conservadores, quienes pensaron que se trataba del inicio de la implantación del comunismo en Mé- xico y que significaba un ataque directo contra la religión católica. Como bien dice Victoria Lerner, la educación socialista lastimaba los intereses y 147 principios del clero y de los grupos derechistas. La nueva orientación limitaría su margen de maniobra en la educación y sería más difícil inculcar el cato- licismo en las escuelas privadas.43 El ambiente de por sí ya era tenso por las difíciles relaciones entre el Estado y la Iglesia, que consideraba que el anticle- ricalismo y la persecución religiosa habían empeorado aún más que durante la guerra cristera. Esto causó un segundo levantamiento cristero, aunque de proporciones menores, en regiones rurales del Bajío entre 1934 y 1938. El 30 de abril de 1934, el arzobispo de México, ante el proyecto de reforma del artículo tercero para establecer la educación socialista, decía que el socialismo era enemigo de la religión católica y contenía muchas herejías. De este modo, daba una serie de “direcciones prácticas”. En primer lugar, todos los católicos, padres de familia y maestros estaban obligados a oponerse por todos los medios legales a la educación socialista.44 Hay que decir que en los hechos, el arzobispo Pascual Díaz, al llamar a los padres a retirar a sus hijos de las escuelas, estaba incitando a la huelga escolar. En apoyo a las instrucciones de Díaz y Barreto, la unPf divulgó un volante que contenía parte de las mismas (además de la condena que hacía el delegado apostólico de la educación socialista) y en el cual decretaba la huelga para el 1 de enero de 1935.45 El contexto de la reforma del artículo tercero fue la continuación de la política antirreligiosa que el gobierno había seguido en la educación desde D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.
Representaciones y practicas sociales
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