Page 152

Representaciones y practicas sociales

La Unión nacionaL de Padres de FamiLia M. A. Pérez cia.54 El gobierno empezó a dar libertad a los colegios privados y “reconoció la necesidad de la cooperación de los particulares en la educación”.55 Por otra parte, el carácter socialista de la educación, a pesar de su va- guedad y escasas (y a veces muy demagógicas) referencias al marxismo, pro- vocó un amplio rechazo social. Las causas radican en la condena que la Iglesia había hecho del socialismo desde el siglo xix, considerándolo una doctrina herética, antirreligiosa y atea, que era una amenaza para la fe del pueblo. Así, como hemos constatado a través de las encíclicas y las pasto- rales, el clero, cuya influencia social todavía era considerable, instruía a los fieles a luchar contra la enseñanza socialista por todos los medios lícitos posibles. A esto se añadía la propaganda, muchas veces exagerada e infun- dada, de los sectores afectados por las reformas cardenistas y de los grupos conservadores. De igual forma, los críticos argumentaban que era inviable instaurar ese tipo de educación en un sistema capitalista, donde no habían 153 cambiado las relaciones de propiedad ni “el proletariado había tomado el poder”. También, el gobierno no encontró la manera, o no quiso (quizá por las pugnas e intereses políticos) resaltar los aspectos positivos de la educa- ción socialista, como la lucha contra los vicios, la higiene, la difusión de la cultura y la promoción de valores como el trabajo, la solidaridad, la justicia social y el apego a la comunidad, debido a que todo ello quedó opacado por la demagogia de muchos miembros del grupo gobernante. La unPf luchó contra la educación socialista, como otros grupos de derecha, porque en verdad creía que el comunismo se impondría en el país, estableciendo un Estado totalitario que confiscaría propiedades, arrebataría a los hijos de sus hogares, esclavizaría personas y acabaría con el sentimiento religioso de los niños mexicanos al monopolizar la enseñanza. En relación con esto, Martaelena Negrete anota que “la Unión Nacional de Padres de Familia fue, sin embargo, la que tuvo participación más activa. Mientras la posición de la jerarquía eclesiástica parecía tomar un rumbo de contempo- rización, los padres de familia se mostraron completamente intransigentes ante las acciones de gobierno.”56 Con el giro conservador de la revolución mexicana en 1940, con la llegada de Manuel Ávila Camacho a la presidencia, fueron expulsados los profesores y funcionarios cardenistas de la seP que simpatizaban con la educación socialista. No obstante, las protestas de la unPf y otras agrupa- D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


Representaciones y practicas sociales
To see the actual publication please follow the link above