RepResentaciones y pRácticas sociales isbn: 978-607-9294-01-4 experiencias personales; todos piensan que para algo sirven las fuerzas ar- madas y que deben estar con la nación, pero lo asimilan de forma distinta, dependiendo de quiénes fueron los artífices de su educación. En su mayoría, habría que decirlo, admiran a sus profesores civiles por encima de los milita- res, sienten que pertenecen a una gran familia. En este artículo pudimos definir la identidad y peculiaridad de los miem- bros de la Fuerza Aérea de Chile en oposición a los miembros de las otras armas. El piloto de la fach es un hombre heroico que en nombre de la patria es capaz de dar su vida; con un alto desarrollo de los vínculos de camaradería y con lealtad hacia sus superiores. Pero esta lealtad no está entendida como sumisión, sino como una capacidad de discernir entre lo “mejor” y lo “peor”, ya que a diferencia del militar o del marino, el piloto se desempeña en el aire como un único elemento. A pesar de compartir el aire con sus camaradas, él 194 es el único y último responsable de la consecución de una misión, es su po- testad abortarla en caso de que su análisis indique imposibilidad de obtener el objetivo. Igualmente, por las peculiaridades de la batalla aérea, deben estar en plena disposición y capacidad de suplir a sus oficiales en caso de que estos sean derribados. Así, entonces, podemos afirmar que en lo que respecta al compor- tamiento de los pilotos de la fach en batalla existe un claro consenso. En donde podemos localizar un claro discenso entre los miembros de esta arma es en lo que respecta al papel que deben desempeñar en la sociedad y cómo deben asumir su función en tiempos de paz, así también podemos asegurar que la doctrina de seguridad nacional no fue, para el caso chileno, difundida ampliamente, y mucho menos aceptada, hasta entrados los años setenta y por tanto ya en dictadura. Con la revista institucional nos fue posible descubrir y describir la mís- tica del arma específica, pero también la forma en la que esta se posicionó ante la armada y el ejército. Una mística sustentada en el heroísmo implícito de la acción de montar un artefacto y volar en medio de ráfagas de fuego sin saber si será dañado; en resumen, como lo dijo el coronel Carlos Castro, ser candidato a matarse. Los numerosos nombres en la sección de Necrolo- gías son claros indicios del peligro inherente a la especialidad. La distinción con las demás ramas no sólo se verifica en la revista, sino también en las entrevistas; se reconocen distintos a los marinos y a los “milicos”, son una Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Maestría
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