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Representaciones y practicas sociales

RepResentaciones y pRácticas sociales isbn: 978-607-9294-01-4 rácter intelectualista produjo un impacto práctico y popular muy limitado; y también estableció escaso contacto con los movimientos sociales y polí- ticos de la época, así como con los sectores profesionales y sindicales.16 En segundo lugar, podemos ubicar algunas razones de carácter social que pu- dieron coadyuvar a este fenómeno, como la escasa “psiquiatrización” de la sociedad de nuestro país y el poco interés de la esfera política por el tema.17 Y finalmente, por supuesto, influyó de manera decisiva el rechazo que la psiquiatría oficial mexicana mostró hacia la antipsiquiatría, tanto a un nivel doctrinal como a un nivel de grupo profesional. Este fue un factor de gran peso que contribuyó enormemente a la poca recepción de la antipsiquiatría en nuestro país. Si bien es cierto que la psiquiatría en México en ningún instante se vio afectada o amenazada por la asimilación del movimiento antipsiquiátrico, aquella rebatió a esta de forma reiterada. Consideramos 212 que esto se debió a que la propia psiquiatría oficial evidentemente no iba a abrazar una tendencia que negaba sus más caros y añejos principios: se trataba de un acto suicida. Esta psiquiatría reconoció que algunas de las demandas antipsiquiátricas tenían gran valor (como mejorar la atención a los enfermos mentales y las condiciones de los hospitales psiquiátrico) e, in- cluso, llegó a afirmar que la antipsiquiatría podía estimular a la autocrítica y la reflexión, pero no más. Los preceptos básicos fueron categóricamente ne- gados (como el mito de la enfermedad mental, el cuestionamiento del poder psiquiátrico o que la psiquiatría es política). La mayor atención fue enfocada hacia autores como Szasz, Laing, Cooper y Basaglia, mientras que la an- tipsiquiatría francesa fue prácticamente ignorada, como también lo fue el pequeño grupo mexicano de influencia antipsiquiátrica de la época, pues casi siempre actuó al margen de la psiquiatría.18 Asimismo, sobre el pequeño grupo que adoptó y adaptó varios de los principios antipsiquiátricos en México, planteamos que estuvo conformado por algunos psiquiatras y psicólogos que, no conformes con los parámetros intelectuales, institucionales y académicos tradicionales de sus disciplinas, in- tentaron buscar alguna alternativa –y la hallaron en la antipsiquiatría– que les proporcionara una visión más integral del fenómeno de la locura (que inclu- yera aspectos tan disímbolos pero complementarios para ellos como elemen- tos biológicos, psicológicos, sociales, económicos y políticos). A la par de este grupo, durante los setenta y los ochenta se dio en nuestro país un contex- Colección Cuadernos de Trabajo de Posgrado • Historia Moderna y Contemporánea • Maestría


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