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Representaciones y practicas sociales

“Los que voLaron sobre eL nido deL cuco.” F. Morales paternalismo totalitario y autoritario de la época. Películas como El apando (1975) y Canoa, de Cazals; El Santo Oficio (1973) y Lecumberri (1976), de Ripstein, nos hablan de un cine mucho más abierto, de búsqueda y vocación experimental, con imágenes anticonvencionales, tanto en su temática como en sus propuestas visuales. Y es justamente en este ambiente renovador, críti- co y un tanto independiente en el que surgieron las películas mexicanas con influencia antipsiquiátrica, fechadas entre 1971 y 1981. Por otra parte, hay que mencionar que esta visión cuestionadora que ob- servamos en nuestros cuatro filmes, no se había manifestado de tal forma en el cine nacional. Anteriormente, la mayoría de las películas mexicanas que habían tenido como temática la locura o la psiquiatría eran comedias o dramas tradicionales, en los cuales no se ponía en duda, de modo frontal y directo, la medicina mental y el manicomio. En este tenor, encontramos los siguientes filmes: El hombre sin rostro (1950), de Juan Bustillo Oro; Mátenme porque me 217 muero (1951), de Ismael Rodríguez; Él (1952), de Luis Buñuel; La loca (1952), de Miguel Zacarías; El niño y la niebla (1953), de Roberto Gavaldón; El médico de locas (1955), de Alfonso Patiño Gómez; Locura pasional (1955), de Tulio Demicheli; Viaje a la luna (1957), de Fernando Cortés; Manicomio (1959), de José Díaz Morales; La mente y el crimen (1961), de Alejandro Galindo; Ma‑ riana (1967), de Julio Guerrero, y El Águila descalza (1969), de Alfonso Arau. En la década de 1970 aparecieron de manera contemporánea a nuestras cuatro películas, otros filmes que tenían como temática la locura: El muro del silencio (1971), de Luis Alcoriza; La loca de los milagros (1973), de José María Fernández; El profeta Mimí (1975), de José Estrada; Misterio (1979), de Marcela Fernández Violante, y Llámenme Mike (1979), de Alfredo Gurrola.29 Sin embargo, estos, al igual que los anteriores, no hicieron una crítica de tipo antipsiquiátrico, lo cual nos indica que la influencia de la antipsiquiatría en el cine mexicano del momento no fue general, sino más bien se ubicó tan sólo en algunas películas. Posteriormente, ya en los ochenta, no hallamos ningún filme de manicomios o de locos, situación que se podría explicar parcialmente debido a la crisis que enfrentó en ese momento la industria cinematográfica del país.30 Así, de tal modo, como podemos observar, las películas mexicanas que hicieron una crítica hacia la psiquiatría y los manicomios coinciden tempo- ralmente con la recepción de la antipsiquiatría en México. Ni antes ni des- D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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