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Representaciones y practicas sociales

“Los que voLaron sobre eL nido deL cuco.” F. Morales Ahora pasemos a examinar las representaciones de los tratamientos psi- quiátricos en nuestras cintas. las iMágenes De la teraPéutica Los tratamientos psiquiátricos como los psicofármacos y los electroshocks fueron duramente criticados por parte de la antipsiquiatría, pues, según ella, además de que despersonalizaba a los enfermos, eran usados como medios de represión física y psicológica por parte de los psiquiatras en los manicomios. Sin duda esta es la imagen que proyectaron nuestros cuatro filmes acerca de la terapéutica empleada en los hospitales psiquiátricos. La man‑ sión de la locura prácticamente inicia con la idea de que el asilo del doc- tor Maillard “era famoso por su nuevo método para curar a los enfermos 225 mentales”. En ella vemos una excelente parodia del tratamiento moral que a comienzos del siglo xix recomendaba los buenos tratos, las distracciones y las charlas en lugar de los fármacos, aunque no estaban exentas las ca- misas de fuerza y los cuartos de aislamiento. En la cinta, el doctor Maillard presumía: “Aquí se aplica con todo éxito mi ‘método de benignidad’, el cual permite un sinnúmero de oportunidades para la creación artística; los pacientes trabajan constantemente en sus diferentes invenciones.” Y más adelante agregaba: “Tenemos mucha fe en las diversiones sencillas, los pa- cientes practican la música, el baile, la gimnasia.” En el paseo que le ofrece a Gastón por el establecimiento, observamos imágenes de locos ocupados en actividades realmente disparatadas, como la máquina generadora de tormentas, la “yegua de oro”, que era “un compendio de todos los instru- mentos musicales conocidos y por conocer”, y las chimeneas humanas, las cuales mantenían el sistema de calefacción y producían una droga contra la agresividad. Asimismo, si bien el doctor Maillard se enorgullecía de su sistema de libertad en el que “los pacientes pasean a su capricho por todos lados”, también existían los calabozos, los cuales el propio director ex- plicaba de la siguiente forma: “Atribuirlo a la parte menos benigna de mi método de benignidad.” En El infierno de todos tan temido se hace una larga diatriba contra los tratamientos psiquiátricos. Por ejemplo, las escenas que recrean las sesio- D. R. © 2012, Instituto Mora Se autoriza la reproducción total o parcial de este artículo, siempre y cuando se cite la fuente.


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