Didáctica de la historia
En la
enseñanza de la historia se propicia, con demasiada frecuencia, la acumulación
de información, sin que se intente siquiera que los alumnos reflexionen sobre
los datos ofrecidos, muchos menos que aprendan a elaborarlos como parte de
procesos históricos. Este error ha conducido a que la historia sea una de las
asignaturas con menos éxito entre los alumnos, considerada en general como una
de las materias más aburridas. Sencillamente nadie les ha enseñado a pensar
históricamente ni les ha hecho ver la importancia social de la historia. Para
cambiar esta situación es indispensable que la historia se imparta con métodos
didácticos apropiados a esta disciplina.
En nuestro país, historiadores y pedagogos se forman de manera separada, pero es
indispensable que haya profesionales que conjuguen habilidades de ambas
disciplinas. De aquí la importancia de la que los nuevos historiadores se formen
ya con algunas nociones de pedagogía y con habilidades didácticas que les
permitan desempeñar una labor docente a conciencia, seria y comprometida.
Divulgación de la historia
El saber científico constituye una riqueza cultural que es necesario socializar.
Los resultados de la investigación científica han de trascender el diálogo entre
especialistas y alcanzar auditorios más amplios. En este sentido, la divulgación
de la ciencia constituye una actividad fundamental: permite extender un cierto
conocimiento, propagarlo, ponerlo al alcance del público, al margen de los
sistemas formales de enseñanza. La divulgación de la historia, en particular,
busca fomentar y responder a un gusto por el conocimiento del pasado humano de
muy diversos sectores de la población, extender un saber fundamental para el
fortalecimiento de identidades, para la comprensión de la realidad presente y
para el desarrollo de capacidades críticas en el público al que va destinado;
también se propone actualizar saberes adquiridos y transformar
ideas arraigadas, pues el conocimiento avanza constantemente.
La divulgación de la historia se realiza a través de diversos medios, tiene
ámbitos de acción propios y especificidades pedagógicas que son necesarios
conocer y saber utilizar. La línea de formación en divulgación de la historia
tiene como objetivo iniciar al joven historiador en este campo y proveerlo de
algunas herramientas para su incursión creativa en el mundo del saber comunicar
la historia a grandes públicos. Asimismo, promoverá entre los alumnos un
compromiso con la distribución de un conocimiento histórico atento a los avances
de la disciplina, y fomentará una disposición al trabajo en equipo y una actitud
abierta a la labor multidisciplinaria.
Gestión del patrimonio cultural
El patrimonio cultural de carácter histórico de una comunidad comprende las
manifestaciones de creación individual y colectiva heredadas por sus integrantes
y sus antepasados, constituye su memoria y expresa su identidad. Este patrimonio
está compuesto por un conjunto de lugares y de bienes materiales e inmateriales
legados por los miembros y ascendientes de dicha comunidad, testimonios del
acontecer pasado que traducen experiencias y valores espirituales y estéticos,
tecnológicos y simbólicos. Esta herencia es la base para explicar la historia de
los grupos humanos y entender su presente. De esta manera, preservarla y hacerla
accesible es obligación de toda sociedad.
El cuidado e incorporación al uso social de sitios y bienes auténticos, únicos
e irremplazables, como son los que integran el patrimonio cultural de una
comunidad, representa una exigencia cada vez mayor de los pueblos y las
naciones. La formación profesional de historiadores con conocimientos y
habilidades para valorizar y administrar estas riquezas puede contribuir, de
manera decidida, a su buen uso y salvaguarda. La línea de formación en gestión
del patrimonio cultural tiene como objetivo introducir al estudiante en este
campo y, en particular, en el diseño, conducción y evaluación de proyectos de
rescate, conservación, manejo y promoción de esta herencia cultural. De manera
especial, se interesa por la gestión del patrimonio documental –material escrito
y gráfico, así como de registros audiovisuales– y del patrimonio de bienes
muebles e inmuebles.
El conjunto de asignaturas que componen esta línea de formación promueve entre
los estudiantes una ética comprometida con valores fundamentales como el respeto
a la diversidad cultural, la tolerancia y la equidad, y con derechos
primordiales como el que tiene toda comunidad a apropiarse, conservar y recrear
su patrimonio, así como a gozar de una mejor calidad de vida a partir de los
beneficios que ese patrimonio le puede ofrecer. Por otra parte, esta línea de
formación fomenta una disposición al trabajo en equipo y una actitud abierta a
la labor multidisciplinaria para la gestión del patrimonio cultural; invita a
una colaboración estrecha con profesionales de la arqueología, la antropología,
la arquitectura, la historia del arte, la museografía, la bibliotecología, la
archivística, la restauración y la informática, entre otros. |